LOS CONOCEDORES
Todos podemos tener una opinión o concepto sobre un vino particular, sin duda guiados por nuestro conocimiento previo, o por las lecturas que hemos hecho, o simplemente porque nuestros sentidos guían esa opinión en particular. ¿Está mal? de ninguna manera, al contrario: el mundo del vino está lleno de acuerdos y conceptos más guiados por la percepción que por una teoría cierta; no hablamos de una ciencia, hablamos de lo que nos hace sentir algo diferente y que es orientado en su mayoría por nuestra memoria, por aquellos recuerdos que tenemos al momento de tomar una copa y llevarla a la nariz.

Sin embargo, existen en el mundo personas que nos dedicamos al oficio y la tarea de definir aromas, colores y sabores alrededor de una copa de vino, se convierte en nuestro trabajo diario llegar a las mesas donde comensales nos cuentan sus deseos y nosotros tratamos de hacerlos realidad por medio de la selección adecuada de una botella. El resultado depende de nuestra experiencia y conocimiento, que por supuesto buscamos afanosamente todos los días.
A veces nos preguntan si bebemos todos los días, si salimos frecuentemente a cenar, si probamos vinos icónicos en nuestro trabajo y viajamos todo el tiempo. Las respuestas son muchas: catamos todos los días porque es nuestra forma de poder recomendar un vino en particular, probamos a veces joyas que llegan a nosotros y las podemos interpretar gracias a los múltiples libros o historia alrededor; y viajamos en búsqueda del origen de nuestra pasión, los paisajes y la gente alrededor de toda una industria.
Nos llamamos sommeliers y estamos varios años en una academia donde además de catar, aprendemos geografía mundial, historia y legislación de cada lugar donde se elabora vino. Debemos memorizar lo que más podamos de esta información y saberla transmitir de la mejor manera en nuestro trabajo; nos especializamos en entidades internacionales tan exigentes que algunas de ellas cuentan solamente con menos de cien personas en todo el mundo.
Por supuesto también existe un concurso para los mejores de los mejores: lo definen pruebas teóricas y catas a ciegas, además el desarrollo del servicio simulado de bebidas, la apertura de botellas de gran tamaño, elaboración de cocteles y recomendación de platos en un tiempo determinado.
Durante el último concurso desarrollado en Canadá para definir al mejor Sommelier de las Américas, Colombia se llevó un honroso onceavo lugar de la mano de Andrés Villegas, uno de los mejores sommeliers del país, quien ya ostenta el título de la Court os Master Sommelier en su nivel “Advanced”, un lugar que nos deja muy comprometidos con el mundo del vino, retándonos a seguir mejorando en los niveles de conocimiento y servicio, además de motivarnos como gremio a fortalecer el consumo en un país no productor.
Fueron veinte los concursantes que se presentaron a este certamen tan complejo y exigente; el ganador, Piere-Alexis Souliere, (Canadiense) representará a su país en el mundial de Sommeliers el próximo año a desarrollarse en Bélgica. Este duro concurso dejó a Martin Bruno (Argentino) en segundo lugar y sin duda, nos ha dejado con la sensación que podemos hacer cada vez más por nuestra profesión y lograr que nos vean como verdaderos conocedores.
¿Quieres más información sobre el concurso?
Puedes ver la transmisión completa en este enlace.
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